Está bien, ya has hecho tu estudio de mercado analizando el sector en el que te vas a mover, has hecho tus números para ver en que gastos vas a incurrir y así poder saber cuánto tienes que ingresar y por tanto vender para por lo menos cubrir tus gastos, ¡perfecto!
¿Está todo hecho ya?
Pues créeme, no.
Ponte en situación, montas un negocio con una franquicia de venta de azulejos, resulta que tu proveedor te indica que dentro de 6 meses van a renovar todos los diseños de sus azulejos con el fin de hacerlos más modernos de acorde a lo que pide el mercado y que cuando estos salgan al mercado tendrán que llevar a cabo una compra de un mínimo de azulejos para poder tener en la tienda a disposición de los clientes para su venta.
No haces ninguna previsión ni siquiera te paras a pensar que cantidad de dinero tendrás que desembolsar para llevar a cabo esa compra.
¡tú quieres abrir la tienda ya.!
Que ocurre a los 6 meses tienes que cerrar porque no tienes efectivo suficiente para hacer frente a esa compra que te exige la franquicia.
Esto es un claro ejemplo real de lo que ocurre por no haber llevado a cabo previsiones de tesorería.
Previsiones de dinerito para que me entiendas.
Tienes que hacer una previsión de los pagos que vas a tener que afrontar a lo largo de los próximos meses desde que inicias la actividad.
En principio un año podría ser suficiente, pero si por el tipo de negocio que tienes o por el planteamiento que tu tienes hecho del mismo crees que es necesario un mayor tiempo, hazlo no lo dudes.
De hecho cuanto más tiempo tengas previsiones de tesorería, más fácil será que veas si te es factible abordar el negocio que quieres montar.
Hazlo detallado por meses, ten en cuenta que tendrás gastos que tendrán una periodicidad anual, otras mensual o trimestral, y exactamente igual con tus ingresos.
No es lo mismo un bar que estas cobrando a tus clientes sobre la marcha, que un consultor que a lo mejor factura a final de mes, o una empresa de construcción que va a ir facturando y cobrando conforme vaya Certificando, y eso suponiendo que la empresa no te pague con un pagaré a 30 o 60 días.
Todas estas cuestiones tienes que preverlas y analizarlas para saber o al menos intentar saber si se pueden llegar a producir situaciones en las que no tengas liquidez, y adoptar las medidas oportunas al respecto.
Por ejemplo si eres una empresa constructora, por norma general vas a ir comprando los materiales y a lo sumo te los van a ir facturando a final de mes, sin embargo tu no prevés que la construcción en la que estas trabajando vayas a terminarla antes de 3 meses y que una vez finalizada sabes porque así lo has hablado con el cliente que te emitirá pagare a 30 días.
Y esto viene a suponer que durante 4 meses (tres meses que dura la construcción + 1 mes hasta que cobres), no vas a percibir ningún ingreso y que sin embargo si tienes que hacer frente a pagos, como son los proveedores, acreedores, trabajadores, seguridad social, impuestos.
Tienes que analizar toda esta información, para saber si dispones tú de dinero suficiente para hacer frente a todos esos gastos hasta que llegue el momento en el que cobres, y si no es así pues igual te interesa abrir con tu banco una línea de crédito, con la que poder hacer frente a todos estos gastos.
De lo que se trata es de tener cubiertas las espaldas, saber que esas necesidades si existen ya las tienes previstas y ya tienes la solución a las mismas.
Incluso los bancos tienen en cuenta estas cosas, no es lo mismo ir a pedir una línea de crédito en la que sabes de que importe la necesitas y sabiendo que esa persona que se lo está pidiendo tiene claro todo su proyecto empresarial, a alguien que va en el último momento desesperado porque no ha sabido prever esto.
En resumidas cuentas, se trata de saber cuánto vas a ingresar y cuando y que tienes que pagar y en qué momento, que no debes de confundir con los gastos en los que incurres y los ingresos que obtienes, aunque a priori parezca lo mismo.
Una cosa es lo que facturas y otra muy distinta lo que cobras.
Así que ya sabes haz una planificación mes a mes de que es lo que prevés ingresar por tus ventas o servicios y que es lo que tienes que pagar. Analiza si los cobros mes a mes van a servirte para cubrir los pagos que tienes que llevar a cabo, y si no es así adoptar las medidas necesarias para cubrir esa diferencia.
En resumidas cuentas, haz previsiones de tesorería, cree me te servirá para dormir más tranquilo.
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